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En SOS Animalia carecemos de refugio dónde mantener a todos los animales que recogemos de la calle y para seguir realizando esta labor resultan imprescindibles las casas de acogida. Si quieres colaborar y puedes cuidar de un animal necesitado mientras le buscamos un hogar definitivo o mientras se recupera de alguna enfermedad o intervención, ésta es tu opción.

¿QUÉ SIGNIFICA SER CASA DE ACOGIDA?

Ser casa de acogida consiste en alojar temporalmente un animal que necesite estar en un hogar durante un tiempo, bien sea mientras encuentra un adoptante, porque está enfermo, necesita unos cuidados especiales o medicación, cachorros que tienen que ser alimentados con biberón, animales ancianos, animales que necesitan socializarse, etc.
En todos los casos las casas de acogida juegan un papel fundamental en su recuperación.
El animal se recupera con mayor rapidez de temas de salud en un ambiente casero y de este modo también aprende a vivir en familia, del mismo modo que pueden superar problemas de comportamiento que resultan más fáciles de controlar en un hogar.
En función del tiempo del que se disponga y sus preferencias, cada persona puede escoger el tipo de animal del que puede hacerse cargo: un perro o un gato, animales grandes o pequeños, con problemas de salud, problemas de comportamiento, ancianos, cachorros, animales que necesitan medicación…

¿QUIÉN PUEDE SER CASA DE ACOGIDA?

Cualquiera que tenga un corazón generoso y disponga de un hueco en su casa y el tiempo necesario para dedicarle al animal. Luego de determinar qué animal es el más indicado en cada caso, se firmará un contrato de casa de acogida en el que se indique que el animal pertenece a la Asociación y que no se podrá entregar a una tercera persona sin nuestro consentimiento. También se indica que en el caso de no poder seguir siendo casa de acogida, se compromete a avisar con antelación (salvo en causa de fuerza mayor) y a mandarnos fotos e información sobre el acogido para facilitar su adopción.

Los gastos veterinarios y los medicamentos (en caso de ser necesarios) correrían a cargo de la Asociación, aunque si la voluntad del acogedor es ponerlo de su bolsillo, serán recursos que habrá para otros que no tuvieron la misma suerte que el animal acogido. Normalmente las casas de acogida se hacen cargo de los gastos de alimentación pero, en caso de que no pudiese o no quisiese hacerse cargo de ellos, irían también a cuenta de la Asociación.

EL MOMENTO DE LA DESPEDIDA:

Hay que ser realista y saber que en el momento de la separación del animal que cuidamos, y en algunos casos que incluso devolvemos prácticamente la vida, es duro, pero no tenemos que pensar en nuestro sufrimiento por la separación sino en que gracias a nuestra generosidad logramos recuperar un animal, estabilizarlo, encontrarle un buen hogar y que ahora tenemos la oportunidad de volver a hacer esta tarea con otro animal necesitado.

Si te interesa ofrecer esta ayuda, ¡no dudes en contactar con nosotros!